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Publicado: Viernes, 14 Agosto 2015 12:39
Por: Juan Pablo Tettay De Fex
Entrar a una cocina es ingresar a un mundo de posibilidades educativas: cifras, procesos, nombres, historias, lugares, etc. Una despensa resulta siendo una fuente infinita de ideas para fomentar el aprendizaje desde diferentes disciplinas. Así lo reconocen la antropóloga Luz Marina Vélez, experta en alimentación, y el ingeniero de alimentos y nutriólogo, Mauricio Restrepo.
Ambos académicos coinciden en que una cocina es un lugar ideal para desarrollar procesos de formación en tanto que es posible construir discursos alrededor de lo que allí sucede. “En la cocina tienen lugar fenómenos que de lo micro pueden pasar a lo macro fácilmente”, explica el ingeniero Restrepo, quien ejemplifica con una olla a presión y lo que adentro de ella pasa: “es una herramienta perfecta para explicar el ciclo del agua, la temperatura de ebullición y cómo ésta se afecta según la presión en la que se encuentre”.
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